Torreznos & Larios

Si lo que buscas es un representante quizás Paquita no sea la mejor opción. Pero si lo que quieres son 25 min de risas y esperpento, esta es tu serie. Y es que parece que todo lo que tocan Los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi) se convierte en oro y, claro, no iba a ser menos con uno de sus caballos estrella. Desde el estreno de su musical (y posterior película nominada a los Goya, La Llamada) hasta su flamante éxito en Operación Triunfo, la carrera de estos jóvenes directores ha subido como la espuma. Y no solo su carrera, sino también su presencia social. Se han convertido en iconos, en una pieza imprescindible y muy necesaria en nuestra sociedad, en nuestra TV y en nuestro cine. ¡Grandiosos!. Ya era hora. La pantalla española necesitaba un cambio generacional y ¡Madremía! lo fuerte que viene pisando.

Paquita Salas nació como una webserie. Pocos esperaban el éxito y el reconocimiento que en la actualidad tiene. De hecho, recientemente dio su salto a Netflix tras una primera temporada en Flooxer. En Hollywood ya se frotan las manos con el éxito de la serie española y Paquita ya disfruta de su nueva vida en América como hemos podido ver por las recientes promos (todo sea dicho, realmente acertadas y de gran impacto visual y cómico).

Pero, ¿Qué es Paquita Salas? Si vives en una burbuja y todavía no has oído hablar de la serie posiblemente pienses que estamos hablando de una tía segunda del pueblo o de la peluquera del barrio. A priori el título no es muy atractivo. Pero esto es una de las maravillosas moralejas de esta serie: lo bueno está en el interior. Y no hace falta mucho tiempo para darse cuenta de que el trabajo que hay detrás de esta serie es brutal y, por supuesto, que el resultado final es una pequeña y condensada obra de arte. Paquita Salas era la mejor representante de artistas en los 90. Su marca, PS Management, convertía en oro de Goya todo lo que tocaba. Pero tanto Paquita como su empresa no supieron adaptarse a los cambios (algo así como un Black Mirror pero a la inversa). Las nuevas tecnologías y el mundo de los 2000 no está hecho para la señora Salas. Junto a ella su fiel asistente, Magüi, que parece haber sido absorbida por el paquitarismo y otros icónicos personajes como Lidia San José (que ya era hora que hiciera algo más que Pasapalabra). Cuando Macarena García, última estrella de PS Management, abandona la marca, el mundo de Paquita se desmorona. Paquita se lanza a la búsqueda de la nueva "actriz 360º", eso sí, sin cambiar ni un ápice de su esencia. Platito de torreznos y un cubata de Larios para la inspiración. La España castiza caricaturizada por un maravilloso Brays Efe al que el cardado y las blusas de lentejuelas le vienen que ni pintadas. Menudo papelazo.

Y es que todo el que se precie quiere un pequeño papel en Paquita Salas. El teléfono de Los Javis debe ser una bomba de relojería. Por ella han pasado ya actores consagrados como Silvia Marsó, Secun de la Rosa o Andrés Pajares, caras de la nueva España como Dulceida o Eduardo Casanova e incluso próximamente, Roi Méndez y Alfred García (concursantes de OT con los que los directores entablaron una buena relación en el concurso). Todos quieren formar parte de este éxito. Un éxito que redunda en la originalidad, en el buen trato, en una comedia fina, sutil y descarada, y en la confianza en actores de gran valía y presencia. Y especialmente, es necesaria. Es hora de reírnos de nuestra sociedad, de los estereotipos, de los complejos, de los botes de laca...

A la espera del estreno de la segunda temporada, prevista para este mismo año, solo nos queda rememorar y recrearnos con los cinco capítulos de la first season. Esperamos que Paquita esté cursando idiomas pues quizás los Premios Feroz se le queden pequeños y veamos a todo el equipo de PS Management desfilando por la alfombra roja de los Emmy.

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